Atisha fue una de las figuras más importantes del budismo tibetano, nacido en India, llegó al Tibet a comienzos del siglo XI. Hijo de un rey, le pidió a su padre que le liberara de sus ocupaciones reales y renunció a los placeres de la vida palaciega. Atisha estudió con varios maestros de prestigio y llegó a dominar tanto los Sutras como los Tantras.
Atisha es el autor de un breve texto llamado “Una Luz en el Camino” que resultó extraordinario y se convirtió en uno de los tesoros espirituales del mundo. En él, Atisha condensó las ochenta y cuatro mil enseñanzas del Buda y las acomodó en un orden gradual para ser practicadas. Este compendio constituye el texto raíz de toda la tradición del Lam Rim (El Camino Gradual), que se encuentra en las cuatro grandes tradiciones del budismo tibetano.